Mitos y recomendaciones para disfrutar y eliminar prejuicios sobre el sexo anal.
La cantidad de prejuicios alrededor del sexo anal es tan numerosa como comprensible si se tiene en cuenta que, como tantos otros tabúes alrededor de la sexualidad, poca (o nula) es la información que se recibe al respecto. Así, en vez de asociar esta práctica al goce, es común cargarla de ideas falsas que invalidan el derecho al placer, el cual no distingue entre los diferentes géneros.
Andrea Orlandini, sexóloga y psicóloga especialista en parejas mencionó algunos de los principales mitos alrededor del sexo anal que hay que desterrar:
- El sexo anal es una práctica que principalmente realiza la comunidad gay.
- Es mucho más placentero para las personas con pene porque es más estrecho que el canal vaginal.
- Toda persona que lo realice tiene amplia cultura erótica.
Por su parte, Santiago Ruiz Díaz, psicólogo y sexólogo clínico con perspectiva de género añadió otras de las falsas creencias más populares:
- “No es para mí” / “Es de promiscuo”.
- “No lo toleraría” / “Seguro la pasaría mal”.
- “Es más excitante que el sexo vaginal”.
- “No hace falta usar preservativo, total no va a quedar embarazada”.
Sexo anal: mito vs. realidad
Toda esta carga de ideas falsas no puede más que combatirse con educación sexual y comunicación. Decirle adiós a los prejuicios no es una tarea sencilla, la deconstrucción es una labor constante para todos y todas.
“El sexo anal es otra práctica más que realiza una persona, cualquiera sea su orientación o percepción del deseo”, anticipó Orlandini. Sin embargo, la especialista comentó que una de las consultas más frecuentes viene por parte de hombres que, con preocupación, le preguntan: “Si esta práctica me interesa y disfruto, ¿soy necesariamente homosexual?”.
“Se requiere trabajar esta falsas creencias para que algunas personas interesadas en curiosear puedan dejar atrás que eso que es tabú. Nuestra intención como especialistas en salud sexual es siempre despatologizar y acompañar a las personas a que disfruten en su vida sexual”, aseguró.
“La desinformación y los mitos generan consecuencias cuantificables y reales”, afirmó en relación al uso (o desuso) de este método. Ruiz Díaz evocó una encuesta realizada en 2018 por la “Aids Healthcare Foundation”: allí se concluyó que sólo el 14,5% de los encuestados argentinos aseguró usar preservativo en todas sus relaciones sexuales, mientras que un 20,5% no lo usaba nunca.
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