En Argentina, el matrimonio igualitario se aprobó el 15 de julio de 2010 y se publicó en el boletín oficial el 22 de julio del mismo año. Es considerado un hito en América Latina, siendo el décimo país en el mundo en legislar de manera igualitaria, reconociendo y revalorizando los derechos de la comunidad LGTBQ+.
A partir de la Ley N° 26.618 Matrimonio igualitario, cualquier pareja que cumpla con los requisitos establecidos en el Código Civil puede contraer matrimonio, independientemente del sexo, orientación sexual o identidad de género de las personas contrayentes. Reconoce los derechos de las parejas de cualquier sexo y trae consigo las consecuencias legales y sociales para los hijos e hijas. Previamente, al momento de adoptar, sólo una persona quedaba registrada como tutor legal del niño o niña, ignorando la legalidad de la adopción de una de las partes de la pareja.
Esta sanción impulsó en el país y en la región una mirada más amplia y diversa sobre las personas que conforman el colectivo LGTBQ+. Argentina, fue el primer país en la región de LATAM y el décimo a nivel global en reconocer este derecho, ubicando la agenda de diversidad sexual en la esfera política, estatal y pública. La sanción de esta ley fue resultado del trabajo en conjunto de las organizaciones sociales, la política y la comunidad LGTBQ+, que se unieron bajo una misma consigna: “el mismo amor, los mismos derechos”. En su fecha aniversario, con orgullo se recuerda aquel día como una conquista, un gran paso hacia la igualdad, por la no discriminación y por el despojo de los prejuicios que tanto daño le han infringido a la sociedad.
Según lo establecido en la Constitución Nacional en el artículo 20, Argentina es uno de los pocos países que garantiza el derecho al acceso del matrimonio igualitario tanto a nativos como a extranjeros y extranjeras, este artículo establece: “Los extranjeros gozan en el territorio de la Nación de todos los derechos civiles del ciudadano; pueden (…) testar y casarse conforme las leyes…” permitiéndole a todo aquel interesado en contraer matrimonio realizarlo sin la necesidad de admitir ciudadanía ni pagar contribuciones extraordinarias.
El matrimonio igualitario en el mundo
A nivel global, el primer país en sancionar el matrimonio para personas del mismo sexo fue Países Bajos el 1° de abril de 2001 y el último país (hasta la fecha) fue Tailandia el 18 de junio del 2024. Esto demuestra que la igualdad de derechos a todas las personas habitantes de los países es un tema que no deja de ser importante con el paso de los años. El matrimonio en personas del mismo sexo es una realidad en más de 30 países. Europa es el continente donde más países han legislado a favor de las uniones entre las personas del mismo sexo, el último en aceptar la legalidad del matrimonio fue Grecia a inicios del 2024.
Estos hitos son un avance gigantesco en la adquisición de derechos para todas las personas que integran la comunidad LGTBQ+, si bien es cierto que la sanción de estas leyes es un suceso que por suerte ocurre más a menudo. Esto no significa una disminución en la discriminación ni la desigualdad, ya que a pesar de los avances legislativos, las personas de la comunidad siguen sufriendo agresiones físicas y violencia extrema solo por su identidad sexual.
Prejuicios y discriminaciones hacia las personas LGTBIQ+
La vida cotidiana de las personas LGTBQ+ continúa determinada por las desigualdades, prejuicios, y discriminaciones por ser parte del colectivo. Cabe destacar aquellas acciones de incidencia global que buscan concientizar sobre los retos que hay con respecto a los derechos humanos que las personas LGBTQ+ se enfrentan, programas como ONU Free & Equal o mismas organizaciones sin fines de lucro como AHF Argentina que buscan crear espacios seguros como sus Centros Comunitarios de Salud Sexual para que todas las personas que se acerquen puedan interactuar en espacios amigables con foco en la diversidad, disidencias sexuales y de género.
Discriminación en el ámbito de la salud
Innumerables personas alrededor del mundo son despojados de su derecho a tener el máximo nivel de bienestar físico y mental debido a la discriminación y violencia que enfrentan por su orientación sexual e identidad de género. Esta situación no solo es una violación a los derechos humanos, sino que también impide que las sociedades progresen hacia la inclusión y la salud integral de todos sus miembros.
Las personas LGBTQ+ enfrentan discriminación, prejuicios y violencia en el sistema de salud. Esta violencia puede incluir tratos despectivos, negación de servicios o incluso violencia verbal y física. El estigma y la discriminación pueden dificultar el acceso a tratamientos, la adherencia y la educación con respecto a que cuidados tener en las prácticas de riesgo.
No tener un acceso pleno a los servicios de atención médica, dificulta que las personas puedan tener un chequeo integral sobre su estado de salud. Es fundamental que puedan acceder a una atención sin prejuicios y sin discriminación para tener un diagnóstico oportuno y la atención correspondiente en tiempo y forma.
La consecuencia directa a la atención precaria o nula del sistema de salud hacia las personas de la comunidad LGTBQ+ es que no tengan al día sus chequeos médicos y, por ejemplo, no conozcan su estado serológico o no sepan cuáles son las prácticas sexuales seguras para evitar la transmisión del VIH u otras infecciones de transmisión sexual. Es fundamental abordar este problema con una mirada integral y trabajar hacia una atención de calidad sin prejuicios, con mayor conciencia sobre la salud sexual.
Obtener un diagnóstico oportuno es la mejor manera de cuidar tu salud y puede hacer la diferencia en la calidad de vida. Si querés conocer tu estatus serológico o tenés dudas en lo relativo a la salud sexual, podés comunicarte con AHF Argentina por WhatsApp al +54 11 5885-3333, o acercarte a sus Centros Comunitarios de Salud Sexual donde te brindarán atención médica y contención. En CABA está ubicado en San Martín 899; y en Rosario, Santa Fe, está ubicado en Av. Pellegrini 341. Más info en https://ahfargentina.com/