Suele hablarse, casi hasta el cansancio, de derechos y obligaciones en todos los ámbitos de la sociedad. Conocer el estado de salud es un derecho para todas las personas, al igual que el acceso al test de VIH, a preservativos y, en caso de vivir con VIH, al tratamiento gratuito garantizado por ley. Y es una obligación (y una gran deuda pendiente) de toda la sociedad erradicar el estigma y la discriminación (que persiste desde los inicios de la epidemia de VIH hasta la actualidad) hacia las personas que viven con VIH.
Considerando los avances de la medicina y todo lo que se conoce sobre el VIH, es casi ridículo tener que seguir hablando de estigma y discriminación casi como al inicio de la epidemia, en los años 80. Sin embargo, continúa siendo imperativa y urgente la promoción de la no discriminación en un contexto donde numerosas personas pierden el trabajo o amistades al realizarse el test de VIH y recibir un resultado reactivo.
Esta situación es detectada cotidianamente por las entidades y organizaciones sociales dedicadas a la salud y prevención, como AHF (Aids Healthcare Foundation). Pese a los estigmas y al miedo, es una necesidad promover incansablemente el acceso gratuito a los test de VIH. El objetivo de realizarse esta prueba no se limita a que todos los individuos conozcan si conviven o no con el VIH (y así poder acceder a su tratamiento gratuito) sino también cuidar al otro y prevenir su transmisión.
Hacerse el Test de VIH es una herramienta para vivir mejor
En todos los tiempos existieron la discriminación y el estigma causados por el desconocimiento. Similar a lo que ocurrió en los primeros meses del 2020 con aquellas personas que se contagiaban de COVID-19, quienes conviven con el VIH suelen ser “marcados” o “tildados”. Existen muchos mitos alrededor del VIH y esto no puede continuar así a más de 40 años del primer reporte de una infección por VIH.
Es hora de que cada persona, y que toda la sociedad entienda e internalice que conocer el resultado del test de VIH permite acceder al tratamiento. Y que realizar y continuar el tratamiento permite tener una carga viral indetectable, y que la INDETECTABILIDAD, significa INTRANSMISIBILIDAD. Una persona que vive con VIH y accede al tratamiento, puede vivir una vida normal, y no debe temer a ser discriminada o señalada.
Es fundamental que la sociedad continúe trabajando en erradicar el estigma y discriminación hacia las personas que viven con VIH, dado que –como ya se mencionó en esta nota, y nunca es suficiente recordarlo- el temor a perder el trabajo, las amistades, o no ser aceptado en un determinado grupo hacen que las personas no se testeen y que el gran objetivo de frenar la epidemia de VIH para 2030 sea más trabajoso.
Sí. Indetectable es igual a intransmisible
El acceso rápido y oportuno al tratamiento, cambia la calidad de vida de quienes viven con VIH. La necesidad de que la sociedad entera conozca términos y conceptos claves radica en que así disminuirá la discriminación hasta llegar a eliminarla.
Para erradicar de manera permanente la discriminación y el estigma, y -por ende- el sufrimiento de quienes conviven con el VIH, se deben entender y multiplicar en la sociedad los siguientes conceptos:
- El VIH no es lo mismo que el sida.
- El VIH se transmite, no se contagia.
- Las personas no mueren de sida.
- No existe el virus del sida por lo que debe utilizarse la sigla de VIH.
- No hay “grupos de riesgo”, sí “prácticas de riesgo”.
- El diagnóstico no se “confiesa”: no es delito
- Las personas que logran niveles indetectables no transmiten el virus.
El Estado debe trabajar en ejes informativos, educativos, legales y socioculturales para lograr que las personas con VIH puedan vivir de manera más justa. En esta línea, AHF Argentina junto con la Red Argentina de Periodismo Científico realiza una guía para la comunicación correcta a la hora de hablar de VIH y SIDA. Allí se encontrarás los términos más apropiados y por qué no se deben utilizar ciertas frases.
Para más información, dudas o comentarios escribinos a: [email protected]
AHF Argentina